Volviendo a este diario. Este año ha tenido unos meses raros, pero he vuelto a encontrar un espacio para leer. Ayer por fin terminé el libro primero de la épica de Tolstoi, que cierra con la derrota del ejército Austriaco - Ruso en la batalla de Austerlitz.

Lo que ha sido más resaltante para mí ha sido la búsqueda de la gloria en los diferentes personajes. La gloria como valor supremo y como aquello que da sentido a la vida. Esto es particularmente notorio en Nikolai Rostov y Andrei Bolskonski.

En Rostov, la búsqueda de la gloria va combinada con una idealización de la figura del Emperador ruso. Pareciera que lo ve como un ser extraordinario, su sola presencia le alegra el alma. Obtener su venia es el fin supremo. Sin embargo, cuando llegan momentos decisivos de lucha o de acción, Rostov se torna miedoso, cobarde, otras veces tímido. Olvida su valentía y premia su sentido de supervivencia. Trata y trata, pero en el fondo creo se engaña a sí mismo.

Para Bolskonski, obtener la gloria es un estilo de vida, le da sentido. Trabaja arduamente por conseguirla y trata de aprovechar cada oportunidad para ejercer el liderazgo que cree que merece. Ya lo dice el mismo:

[…] después, no lo sé, nolo sé, ni quiero, ni puedo saberlo, pero sí lo deseo, sí ambiciono la gloria, quiero ser conocido y famoso. ¿Soy culpable, acaso, de no querer otra cosa, de no vivir más que para eso? ¡Sí, sólo para eso! A nadie se lo confesaré jamás, pero Dios mío, ¿qué le voy a hacer si no amo más que la gloria y el amor de los hombres? ¡La muerte, las heridas, la pérdida de la familia, nada me asusta! Y pese al cariño, al amor que siento por muchas personas - mi padre, mi hermana, mi mujer - que son los seres más querido por mí, y por terrible y contrario a la naturaleza que parezca, yo entergaría a todos sin vacilar por un solo momento de gloria, de triunfo sobre la gente, por ganarme el amor de unos hombres a los que no conozco ni conoceré jamás, por el amor de esos hombres.

La gloria es entonces para mí, el tema principal del segunda y tercera parte de este libro. Hasta ahora, hay un sentimiento muy idealizado de la guerra y del triunfo, veremos si cambia con la derrota y los duros años que quedan por delante.

Haciendo un guiño a la falta de realidad, brevemente menciono a Pierre Bezukhov, cuya realidad cambió de un día para otro, pero actúa como un zombie, manejado por el príncipe Vasili que orquestró un matrimonio que iba contra toda su voluntad, pero al que acabó cediendo y quién sabe si le dará felicidad.

El único que parece pisar algo de tierra es Kutuzov, el general que sabe elegir sus batallas y al menos intenta proteger a su gente mientras puede.

Nota final, Apple ha anunciado una película de Napoleón para Noviembre!! A este ritmo no sé si acabaré pero ojalá que sí.