En julio tuve la oportunidad de corroborar aquello que dicen que no hay mejor forma de conocer y enamorarse de un lugar que viajando por el. Y me enamoré totalmente de Áncash.

Áncash es un departamento de Perú, está ubicado al norte del departamento de Lima. Su territorio está atravesado por la Cordillera de los Andes, formando lo que se conoce como el Callejón de Huaylas, que es el valle comprendido entre la Cordillera Negra y la Cordillera Blanca.

Tiene un clima bastante seco y la temperatura es variable siendo muy alta en el día y muy fría, con temperaturas bajo 0 °C por las noches; así que para los friolentos recomiendo llevar un buen abrigo.

El viaje desde Lima dura aproximadamente 8 horas, por lo que es mejor embarcar en la noche e ir durmiendo para llegar en la mañana. El recorrido es un poco culebrero ya llegando al mismo departamento, así que si sufren de mareos, no cae mal una pastilla o un mate de coca. En temporada baja el pasaje es realmente barato, siendo de S/. 30 soles aproximadamente.

Hay bastantes lugares para hospedarse con precios también bastante variables y para todos los gustos. Algunos hoteles tienen convenio con agencias de turismo lo que hace más fácil organizar las visitas; sin embargo, yo recomendaría ir al mismo Huaraz y preguntar en las diferentes agencias sobre los diferentes servicios que ofrecen.

Huaraz, la capital de Áncash, donde me hospedé es una ciudad muy muy comercial. Su plaza de armas es muy bonita y florida. Desde el 20 de julio aproximadamente, se celebra anualmente la creación de la Provincia de Huaráz, por lo que hay bastantes festividades culturales, presentación de grupos de rock y venta de vino de mora.

Sobre la comida, vale la pena probar el pan ancashino, la chicha de Jora del restaurante que está camino a la laguna Llanganuco … la que compré en el mercado de Huaraz honestamente no estuvo muy rica, los dulces de Caraz (recomendadísimo que compren el manjar de fresa) y obviamente los helados de Carhuaz. Algo muy típico también es el Chocho que es como un frijolito aderezado con tomate, culantro y limón, como una especie de ceviche … particularmente no me gustó, pero estando en Áncash tenía que probarlo!

No tengo más que decir que los paisajes de Áncash son realmente hermosos y enamoran, es impresionante poder vislumbrar el contraste entre la grandeza de los nevados y las montañas verdes y rocosas típicas de la sierra peruana. Los amantes de la fotografía quedarán encantados con la variedad de paisajes que pueden encontrar.

En los 4 días que me quedé pude realizar las visitas a los pueblos de Ticapampa, Carhuaz, Recuay, Caraz y Yungay. También visité la laguna de Llanganuco, el bosque de Puyas de Raimondii y realicé la ruta del cambio climático del Pastoruri (sí! llegué hasta la cima). Honestamente me quedé con ganas de visitar Chavín de Huantar (el 28 de julio tienen una celebración especial de noche) y hacer el tour de la Laguna 69 (5 horas de caminata aprox).

El Callejón de Huaylas es territorio de alpinistas y gente aventurera, según mis averiguaciones, la subida al Huascarán cuesta aproximadamente $1500 dólares por persona, y tiene una duración d 7 a 9 días. Obviamente esa es una ruta bastante peligrosa y de difícil ascenso. Sé que hay otras opciones, para visitar otros nevados que están catalogados como de ascenso fácil, donde el paseo te cuesta unos $600 dólares con una duración de 2 o 3 días … como para todos los gustos!

Aunque realicé el turismo típico, hay también posibilidades de realizar actividades diferentes: hay tours que ofrecen ir a la Laguna Llanganuco y realizar todo el recorrido de vuelta en bici; conociendo el paisaje, estoy segura de que esa sería una experiencia grandiosa que de hecho estará incluída en mi próxima visita. También hay tours que ofrecen parapente y cuatrimotos, es cuestion de buscar.

Finalmente les dejo una galería de algunas fotos que tomé, con la maravilla de paisajes de este hermoso departamento. Súper recomendadísima la visita!

Áncash